Fuente: El Explorador

El presidente de la Cámara de la economía Digital de Uruguay, Andrés Marrero, destaca la importancia de educar a los profesionales en materia de tecnologías para no quedar obsoletos a nivel internacional.

El comercio electrónico en Uruguay ha experimentado un crecimiento constante en los últimos años, un desarrollo que la Cámara de la Economía Digital del Uruguay (CEDU) ha acompañado de cerca.

En una reciente entrevista con Andrés Marrero, presidente de la Cámara, se discutió el rol de esta institución en el avance del sector, los desafíos que enfrentan las empresas y el futuro del comercio digital en el país.

La Cámara de la economía digital del Uruguay, es la asociación que nuclea a los principales actores de la Economía Digital, tanto del sector público como del sector privado.

Su objetivo es respaldar, agrupar, coordinar, organizar actividades propias, difundir y apoyar actividades de las empresas asociadas, así como representarlas ante los poderes públicos, organismos oficiales y privados en el ámbito nacional e internacional.

Misión principal de la cámara

Marrero subraya que «la misión principal de la Cámara es el desarrollo del ecosistema del comercio electrónico en Uruguay», un trabajo que vienen realizando desde hace más de 10 años.

Entre sus logros más destacados menciona iniciativas como el Ciber Lunes, una de las fechas comerciales más importantes del país, así como diversas actividades de promoción, educación y profesionalización del sector. “Está la parte que llamamos difusión del conocimiento, que tiene que ver con una profesionalización y se trabaja en conjunto con universidades e instituciones educativas”.  Para Marrero, estos esfuerzos son esenciales para que más empresas se vuelquen al comercio electrónico y lo hagan de manera profesional.

Un sector en crecimiento, pero con desafíos comenta Marrero

Consultado sobre el estado actual del comercio electrónico en Uruguay, Marrero destacó que «es un sector que solo crece». Sin embargo, reconoció que aún queda mucho por hacer para que el impacto de este sector sea más representativo dentro de la economía nacional. «En Uruguay, el comercio electrónico representa aproximadamente un 1.5% del PBI, una cifra que es bastante menor en comparación con otros países de la región», explicó.

Uno de los principales desafíos que enfrentan las empresas uruguayas en este ámbito es la profesionalización. «Hay un gran desafío en encontrar equipos capacitados que sepan cómo llevar a cabo el comercio electrónico de manera efectiva», afirmó Marrero.

Además, señaló la importancia de que las empresas logren que el canal online crezca dentro del mix de ventas y que puedan aprovechar la sinergia entre la venta física y digital. Según Marrero, “el proceso de compra es mucho más circular de lo que parece”, ya que el consumidor moderno investiga en línea antes de realizar compras tanto online como en tiendas físicas y en ocasiones, suele pasar a la inversa.

El papel de la Cámara en el acompañamiento a las empresas

La Cámara de la Economía Digital del Uruguay trabaja de cerca con las empresas que están comenzando su incursión en el comercio electrónico. Marrero explicó que la Cámara ofrece «herramientas de difusión, capacitación, acceso a profesionales y pertenencia a un ecosistema enriquecedor». Además, destacó el esfuerzo constante para agregar valor a sus más de 200 empresas socias, a través de iniciativas como las fechas comerciales, convenios con universidades y programas de capacitación.

Uno de los programas más exitosos es el dirigido a emprendedoras mujeres que inician en la venta online, que ya ha formado a muchas empresarias exitosas.

¿Educación pública o privada? El desafío de formar profesionales en tecnología en Uruguay

En un contexto donde la tecnología y las herramientas digitales evolucionan a un ritmo vertiginoso, la educación en Uruguay se enfrenta a un desafío crucial: ¿cómo preparar a las futuras generaciones para un mercado laboral cada vez más demandante?

La Cámara de Comercio mantiene una relación fluida tanto con la Universidad de la República como con las universidades privadas, encontrando en todas ellas una receptividad destacable.

Sin embargo, el principal reto que atraviesa la educación es el ritmo de actualización, el cual parece no seguir el paso acelerado de la realidad tecnológica, para Marrero “la educación en general tiene ritmos de actualización más lentos que la realidad misma. La realidad cambia a ritmos que son vertiginosos y propone desafíos nuevos constantemente”.

Explica que esto no solo se aplica a los recién graduados, sino también a los estudiantes de nivel secundario, quienes necesitan desarrollar habilidades digitales desde las primeras etapas de su formación. Para el presidente de la Cámara, es vital que estos jóvenes adquieran competencias que el mercado laboral actual y futuro demandará.

Otro desafío que se visualiza es la formación continua de los profesionales que ya están insertos en el mercado laboral, ya que muchos de estos, están viendo cómo las herramientas con las que han trabajado durante años se vuelven obsoletas o requieren ser complementadas con nuevos conocimientos.

En este sentido, la Cámara de Comercio ha puesto sobre la mesa iniciativas que buscan impulsar la actualización del conocimiento para los profesionales en ejercicio. Estos proyectos tienen como objetivo brindarles las herramientas necesarias para adaptarse a las nuevas demandas del mercado, permitiendo que sigan siendo relevantes y productivos en sus respectivas áreas.

El futuro del comercio electrónico en Uruguay para Andrés Marrero

Mirando hacia el futuro, Marrero enfatizó que la clave para seguir fortaleciendo el comercio electrónico en Uruguay es sin duda la educación.

«Si tuviera que elegir un foco central, sería la educación, preparar a los uruguayos para la economía que viene, esto tiene que ver con la toma de conciencia de que ahora es determinante (…) vamos a perder mucha competitividad porque hay países donde sí se está tomando esto muy en serio, donde hay mucho foco y en el fondo es el activo que tenemos, que las personas sepan hacer lo que hay que hacer, para poder tener trabajo en el futuro».