Un panel de expertos analizó los modelos de negocio actuales, que chocan con las normativas obsoletas y desafían a los Estados a encontrar nuevas soluciones.Los nuevos modelos de negocio basados en las tecnologías de la información abrieron un mundo de oportunidades que exigen nuevas respuestas legislativas, educativas y políticas. Para analizar este fenómeno, la Cámara de la Economía Digital del Uruguay (CEDU) convocó a un destacado panel integrado por el ingeniero Juan Grompone, miembro de la Academia Nacional de Ingeniería; el economista Gabriel Oddone, socio de CPA Ferrere; el contador Carlos Lecueder, director del Estudio Luis E. Lecueder; el ingeniero Max Cortés, gerente de Expansión de Uber Latinoamérica, y el economista Diego Vallarino, docente del posgrado en Sistemas de Información de las Organizaciones de la Facultad de Ciencias Económicas y Administración (FCEA). En su intervención, Oddone afirmó que la economía digital “interpela a las políticas públicas en diversas dimensiones”, entre las que mencionó las regulaciones laborales y tributarias, la educación, la comunicación y las relaciones internacionales. “Hoy en Estados Unidos el 34% de las relaciones laborales son de no dependencia. Se espera que para 2020 esta condición alcance al 50%”, ejemplificó.También se refirió a los límites de la soberanía ante este nuevo modelo de negocio, que implica la presencia de empresas en diversos países, donde utilizan mano de obra freelance y muchas veces evitan pagar impuestos, lo que deriva en dificultades de fiscalización.Oddone aseguró que a nivel global se buscan soluciones a estos nuevos requerimientos y cuestionó la postura de Uruguay frente al tema. “Esto se está resolviendo en el TISA, donde nosotros decidimos no estar. Estos son los desafíos que las políticas públicas tienen por delante. Hay que tener la cabeza abierta para saber lo que pasa en el mundo”, sentenció.La llegada de Uber a Uruguay es un claro ejemplo del desajuste que genera la economía digital en un marco normativo no actualizado. “Chocamos con reglamentaciones hechas para un mundo que no tenía estos avances”, aseguró en el foro el ingeniero Max Cortés, gerente de Expansión de la empresa en Latinoamérica, aunque reconoció que lo normal es que las regulaciones lleguen después de la innovación.Desde el ámbito comercial, el contador Lecueder señaló que en Uruguay el camino a seguir es la complementación de canales de venta, un concepto conocido como omnichannel. “La idea es posibilitar que la gente compre por Internet y lo retire en el local, donde se puede probar. Eso va a permitir ajustar costos, variedad, servicio y combinar los factores de forma tal de obtener un mejor resultado. En eso estamos trabajando”, señaló.El empresario explicó que el consumidor uruguayo sigue valorando la experiencia de la compra, que posibilita acceder en forma directa al producto antes de adquirirlo. En el mismo sentido se expresó Diego Vallarino, quien se refirió al cambio en un patrón de consumo que va “de la economía de posesión del activo a la de acceso”.Por su parte, el ingeniero Grompone afirmó que el mundo está ingresando en una nueva etapa de la era capitalista, que definió como “fase de la sociedad de la información”. En este escenario aparecen negocios nuevos y desaparecen los viejos, los intermediarios quedan atrás y la llegada al consumidor es mucho más directa.Como ejemplo de ese avance, mencionó la tendencia actual a comprar libros que se imprimen en el momento, con lo que la editorial deja de ser necesaria. En esa línea, adelantó que “es posible que Uber, que es un intermediario, termine por autoeliminarse. Inventó algo que lo va a matar”.El foro fue realizado por CEDU en el Aula Magna de la FCEA. En la apertura del evento, Rodrigo Arim, decano de la institución, destacó la importancia del cambio tecnológico, “que está en la base del progreso del ser humano”. “Vivimos en una época en la que la tecnología digital está transformando radicalmente nuestra vida cotidiana y la organización de la economía”, afirmó.En ese sentido, apuntó que uno de los desafíos que se plantean al gobierno y al sector educativo a la hora de diseñar las políticas públicas es “cómo formar más y mejores profesionales capaces de adaptarse a un mundo cambiante y de trabajar en nuevos modelos de negocios vinculados con la economía digital”.Por su parte, Marcelo Montado, presidente de CEDU, explicó que su intención fue “arrojar luz sobre las transformaciones que se están dando en la sociedad” y aseguró que el mundo “transita por un momento fascinante de la evolución”.