“En mi lista, Uruguay es un 9,99 sobre 10, y el segundo tiene 5”: Nicholas Negroponte en el aniversario del Plan Ceibal
El ingeniero estadounidense se congratuló de visitar nuestro país, donde su sueño de “una computadora por niño” se hizo realidad.Nicholas Negroponte es fundadory director del MIT Media Lab, un laboratorio de diseño y nuevos medios del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts MIT, donde ejerce la docencia desde 1966. Esta viernes, el experto visitó nuestro país para participar del Foro de Innovación Educativa con el que el Plan Ceibal celebra sus primeros 10 años.Desde los años 90, Negroponte es el referente e impulsor de proyectos que pretenden abatir la brecha digital en el mundo, apelando entre otros recursos a la generación de computadoras de bajo costo que a su vez sean distribuidas gratuitamente a los niños, proyecto que presentó en 2005 en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza.La fundación «Un portátil para cada niño» (OLPC por sus siglas en inglés) fue sólo teoría, hasta que plasmó en un lugar inesperado para muchos: Uruguay.»Brasil, China, grandes países se habían mostrado interesados en OLPC pero querían pilotearlo, no hacerlo universal», contó Negroponte durante su exposición en el Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU).Sin embargo, esa discrecionalidad iba en contra del proyecto del ingeniero. «Les preguntaba ‘¿acaso hacen eso con la electricidad, el agua’?, y me decían que no era lo mismo».Fue entonces cuando «apareció un pequeño país y dijo ‘ muy bien, nosotros se lo damos a todos’ «, recordó. «Ustedes lo hicieron de forma excelente. En mi lista están 9.99 sobre 10, y el segundo está en 5″ dijo. Negroponte es un convencido de que la conectividad es un Derecho Universal, y entiende que para conseguirlo es necesario moverse por senderos diferentes a los de la actividad comercial.»Mi trabajo y el de ustedes es hacer lo que las fuerzas normales del mercado no hacen. Vayan a sus casas y piensen en lo que los hace felices. Seguro que no les llega a través de las fuerzas normales del mercado», reflexionó.Por ese motivo, OLPC fue concebido desde el principio como una iniciativa sin fines de lucro, donde trabajaron y trabajan «personas que podrían ganar mucho más dinero en grandes empresas», pero que entendían el valor humano del proyecto.»Todos mis amigos me decían que creara una empresa, que me hiciera muy rico y luego donara el dinero, pero no es esa la manera», refirió.Por ello, para poner en marcha una organización de conectividad mundial «la ONU es todo lo que tenemos», con sus debilidades y fortalezas. Para conseguirlo, sería conveniente que Naciones Unidas contara con un organismo que funcionara «como la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) respecto a la alimentación», algo que de momento no ocurre.»Esa es mi intención para los próximos años», anunció.En cuanto al logro de su ansiada conectividad global, señaló nuevamente las características del caso uruguayo. «Cuando llegué a Uruguay me di cuenta de que iba a tener una gran ventaja: la telefónica era estatal. Eso es algo muy importante, y espero que toda la gente aprenda de ustedes», deseó.